El lamentable suceso tuvo lugar en la población de Seboruco, Estado Táchira, y el sepelio se llevó a cabo este sábado en el cementerio de esa localidad. Doña Teresa, de una profunda y arraigada formación religiosa vivió hasta el final de sus días en la Fe de Cristo a la cual se entregó con gran devoción. Perteneció a la Cofradía “Jesús de la Misericordia”.
Fue mujer de nobles y meritorias virtudes que siempre se fijó como meta hacer el bien entre sus semejantes y prodigar cariño y amor en la formación de sus hijos lo cual le mereció la estimación, aprecio, cariño y respeto por todos aquellos que tuvieron la dicha de conocerla. Fue una distinguida dama que también se caracterizó por su alto sentido de la justicia y la solidaridad. Doña Teresa fue una representación de la bondad, el carácter, la firmeza, la rectitud y las buenas intenciones y procederes. Siempre tuvo un gran sentimiento de amor incondicional y entrega absoluta por su familia, de la cual fue un pilar fundamental.
Perder a la madre es quizás uno de los mayores pesares a los que pueda enfrentarse un ser humano, pero está muy claro que ahora no se trata de un adiós, sino un hasta luego, porque siempre estará viva en el recuerdo y los corazones de sus seres queridos. Seguir su ejemplo, con la palabra y con la acción, es el mejor homenaje que se le puede rendir en esta hora de su infausta partida.
La Junta Directiva Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV) se une al duelo que embarga a su afligida familia; hace llegar su palabra de condolencia a la familia Chacón Contreras y sus hermanos Contreras Galvis , en especial a nuestro colega, el Arq, José Gregorio Chacón y eleva una Oración al Altísimo por su eterno descanso.
