ndicó que “la represa El Guri hasta el miércoles 11 de mayo, estaba a 242,35 metros sobre el nivel del mar, manteniéndose aún en la zona de colapso, y para que el embalse esté en condiciones operativas, debe alcanzar la cota de 271 metros. Refirió que si los niveles del embalse continúan descendiendo significa en términos de electricidad y energía que se deberán paralizar algunas plantas y turbinas del Guri y en consecuencia se dejarían de generar aproximadamente 5 mil megavatios.
“De 19 mil 500 megavatios instalados en el país, solo hay operativos 6 mil 500 megavatios lo que representa un 20 por ciento de las plantas termoeléctricas”. Las plantas termoeléctricas del país han debido estar funcionando operativamente al 100 por ciento de su capacidad, para suministrar la energía que el Guri está dejando de generar.
Manifestó el Ing. Cabas que “no es el fenómeno de El Niño, no es la iguana, no es el sabotaje que denuncia el oficialismo. Es la falta de medidas”. En el Colegio de Ingenieros de Venezuela lo sabíamos, y se lo informamos al gobierno y a los señores que dirigen el sector eléctrico en el país. Se les pedía que tomaran medidas preventivas y correctivas para que el fenómeno El Niño no impactara tan fuertemente en la estructura eléctrica, y en definitiva, no se tomaron las medidas. La crisis es estructural. Se hace necesaria la intervención de Corpoelec y la destitución de los gerentes que dirigen esa empresa estatal, quienes no tomaron las previsiones, y en consecuencia, todos estamos pagando las consecuencias de la crisis, manifestó.
Por su parte el Ing. Marcelo Monnot, presidente del Centro de Ingenieros del Estado Zulia, dijo que la corrosión, la falta de mantenimiento y la no atención por parte del ejecutivo nacional hacen que los racionamientos sean más prolongados.
Puso de manifiesto que el estado Zulia no escapa de la situación que hay a nivel nacional sobre la crisis en el sistema eléctrico, y es uno de los Estados donde el clima afecta a toda la población por las altas temperaturas, teniendo racionamientos de cuatro horas aunque a veces se convierten en más.
“En el Zulia tenemos una demanda de tres mil 100 megavatios. Si todas las plantas termoeléctricas en la región funcionaran no tuviésemos racionamiento y no dependiéramos del Guri. En el Estado apenas se están generando mil 200 megavatios, a través del sistema interconectado nacional nos llegan mil megavatios pero aún tenemos un déficit de 800 megavatios y es por ello que tenemos racionamientos”.
Monnot explicó que como el Guri tiene déficit y no está enviando los mil megavatios, se producen los racionamientos más prolongados, además las plantas termoeléctricas instaladas en el Zulia no están generando los megavatios correspondientes y eso hace que el Estado dependa más del Guri y aunado a eso se le suma la corrosión, la falta de mantenimiento y la no atención por parte del ejecutivo nacional que sufren las termoeléctricas.
También intervino el Ing. Damián López, presidente del Centro de Ingenieros del Estado Lara (CIEL), quien señaló que la situación eléctrica en el Estado Lara es igual que en todo el país. “Más del 50 por ciento de las termoeléctricas no están operativas lo cual conlleva a que el Guri tarde muchos años en recuperarse. Refirió que para recuperar el embalse hay que instalar más termoeléctricas a nivel nacional.
“En Lara alrededor del 15 por ciento se genera la energía eléctrica a través de las termoeléctricas teniendo un déficit de 80 a 85 por ciento, y dependemos del sistema eléctrico nacional, la carga del Estado Lara es de 800 megavatios y se generan unos 120 megavatios, por ello nuestro racionamiento eléctrico es de cuatro horas diarias; hay que seguir invirtiendo en plantas termoeléctricas con políticas coherente en cuanto a repuestos y combustible”, destacó el Ing. Damián López.
Foto.
El presidente de la Comisión Eléctrica Nacional del CIV, Ing. Winston Cabas.
